jueves, 13 de enero de 2011

Araña


Hará dos o tres días que me pasó una cosa la mar de asquerosa. Estaba tranquilamente en mi balcón, en mi silla, leyendo una revista de ropa y mirando unos modelitos muy chulos del Bershka, cuando, de repente, me empieza a picar la pierna y yo tan tranquila me rasco y entonces, en ese mismo instante, note en mi mano una pelaje muy asqueroso, así que miré lo que tenía en la pierna y entonces vi allí ese animal tan asqueroso y repugnante, casi me desmayo. Entonces empecé a llamar a mi padre para que viniese rápidamente. Era muy grande, tenía cuatro patas en cada lado y dos antenas que le salían por encima de los ojos. Mediría unos 10 centímetros de largo y cinco de ancho. La parte del trasero era más gorda que la de la cabeza. La araña llevaba por encima un color negro con unos puntitos de color amarillo. El iris era de forma triangulada con un borde también triangular de color amarillo. La boca igual. La tenía además de la misma forma, de color blanco y con una ralla en medio de color negro. Las espeluznantes patas, largas, peludas, negras y también con puntos amarillos. Por suerte, mi padre estaba en casa y la mató de inmediato y yo me quedé tranquila, leyendo en mi habitación.


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