martes, 25 de enero de 2011

Débora Catalán

El microrrelato

La niña minusválida

Había una vez una niña de 5 años minusválida que desde siempre le había apasionado el mundo de la fantasía, pero sobre todo las hadas. Toda su habitación estaba llena de libros de hadas, coleccionaba toda clase de muñecas que pertenecieran a ese mundo tan fantástico. Una vez mientras leía un libro sobre una hadita mágica en el que decía que si deseabas mucho una cosa la hada mágica te aparecía y lo que habías deseado se te cumpliría. Así que ella lo que hico es desear volver a tener piernas. Mientras dormía a altas horas de la noche un leve sonido de campanas le despertó. Abrió los ojos lentamente y era una hadita diminuta muy bonita. La niña se sorprendió tanto que de la emoción le dio un enorme abrazo a la pequeña hadita. La hada no hacía más que sonreírle ya que no se podía comunicar con ella, le escribió en una hoja que su sueño se iba a cumplir por lo bien que se había comportado, le besó la galta a la niña y desapareció sin más. La niña súper sorprendida se durmió y al día siguiente cuando se levanto podía mover los pies, lo que le dijo la hadita era verdad, llena de alegría y felicidad fue a contárselo a sus padres corriendo .

Haikus





lunes, 24 de enero de 2011


Puestos en fila,
los árboles parecen
bajar la sierra.




Noche de julio.
El molino se queja
del viento frío.


Noche de frío;
el agua en el fuego
aún no hierve.


Después de la lluvia.
el color de las nubes no es el mismo





MICRORRELATO

LA MUJER QUE QUERÍA SER MINUSVÁLIDA

Había una mujer de 30 años que quería ser minusválida, que desde siempre le había apasionado la fantasía, sobre todo las sillas de rueda, ella lo veía divertido. Toda su habitación estaba llena de fotografías de sillas de ruedas, coleccionaba toda clase de sillas. Una vez mientras leía un libro sobre las sillas de rueda, ella lo entendía de otra manera y se creía que era un juego. Así que ella lo que hizo es provocar un accidente de motos para que se hiciera daño en la columna vertebral y así poder jugar con la silla de rueda. Cuándo ya había provocado el accidente, se puso a llorar del dolor que sufría, y una vez estar en silla de ruedas vió que no era un juego si no una manera de sufrir muy fuerte, y desde ese momento se dio cuenta que no podía volver a la normalidad y que se tenia quedar así para toda la vida.

NURIA GARROTE

2nB

El elefante

Había una vez un elefante que quería ser auténtico, todos los días intentaba lograrlo. Todo esmpezó por que la gente se reia de él, de la trompa que tenia y de las orejas que tenia y el se corto la trompa y se opero las orejas. Él se sintió mucho mejor, pero aún no se sentia del todo satisfecho. Tenia que cambiar de color, y pidio a su mujer que lo tiñera de marron y queria ponerse ropa. Al día siguiente se fue a una tienda i se compró ropa nueva para ponerse, porque vestia con su pròpia piel sucia. Hasta que un día decidió dejar de intentarlo porque por más que lointentaba no lo conseguía, asín que volvió a vestir con su piel sucia i volvió al lugar donde vivia.

PILAR GARROTE

2nC


HAIKUS
PILAR GARROTE 2nC


Tras la tormenta
y entre nubes la luna
que ayer fue nueva.


Noche de frío;
el agua en el fuego
aún no hierve.



Por la mañana,
claros entre las nubes
y algunos charcos.



Desde el tranvía,
de colores las casas
y gris el cielo.



Sólo la luna
y los borrachos vieron
llegar la niebla.





lunes, 17 de enero de 2011

jueves, 13 de enero de 2011

Araña


Hará dos o tres días que me pasó una cosa la mar de asquerosa. Estaba tranquilamente en mi balcón, en mi silla, leyendo una revista de ropa y mirando unos modelitos muy chulos del Bershka, cuando, de repente, me empieza a picar la pierna y yo tan tranquila me rasco y entonces, en ese mismo instante, note en mi mano una pelaje muy asqueroso, así que miré lo que tenía en la pierna y entonces vi allí ese animal tan asqueroso y repugnante, casi me desmayo. Entonces empecé a llamar a mi padre para que viniese rápidamente. Era muy grande, tenía cuatro patas en cada lado y dos antenas que le salían por encima de los ojos. Mediría unos 10 centímetros de largo y cinco de ancho. La parte del trasero era más gorda que la de la cabeza. La araña llevaba por encima un color negro con unos puntitos de color amarillo. El iris era de forma triangulada con un borde también triangular de color amarillo. La boca igual. La tenía además de la misma forma, de color blanco y con una ralla en medio de color negro. Las espeluznantes patas, largas, peludas, negras y también con puntos amarillos. Por suerte, mi padre estaba en casa y la mató de inmediato y yo me quedé tranquila, leyendo en mi habitación.


Autoretrato

Hola. Me llamo Lidia Goberna Cabane, tengo trece años y vivo en Badalona, pero nací en Barcelona, el 17 marzo de 1997. Soy alta, mido 1,65 metros, y muy flaca, delgada, joven y guapa.

cara es redonda, dulce, delgada, simpática, sonrosada. La frente estrecha, lisa, pequeña. Las cejas son pequeñas y cortas. Los ojos son marrones, oscuros, abiertos, redondos. Las pestañas son largas, negras, espesas. La nariz la tengo un poco grande, redonda. La boca es pequeña, fina. Los labios finos, secos. Los dientes blancos como la nieve, pequeños, limpios. Las mejillas son sonrosadas. El cuello es largo, delgado. Las manos son grandes, huesudas, peró suaves. La piernas son largas, finas. La voz es clara, chillona, dulce.

Soy muy agradable, simpática, divertida, sincera, alegre, amable, nerviosa, habladora, perezosa, y cariñosa.

Y así soy yo.

Mi habitación

Mi habitación, situada en el final de mi casa, es muy pequeña. Yo la comparto con mi hermana.

Las literas en donde dormimos son plegables, eso hace que durante el día la habitación sea espaciosa.

En toda la habitación predomina el blanco como la nieve, que destaca mucho. Solo tiene una ventana por la que por las mañanas entra mucha luz.

A la derecha, se extienden las literas, grandes y largas. Justamente delante de las literas hay dos cuadros colgados en la pared, grandes con un marco cuadrado. Debajo de los cuadrados hay dos cajas naranjas llenas de juguetes de mi hermana pequeña. Al lado de los cuadros hay una estantería lleno de libros. Más abajo hay dos mesas para estudiar, donde siempre estudio y hago los deberes allí.

En el techo hay unas luces muy bonitas de color naranja.Mi habitación, situada en el final de mi casa, es muy pequeña. Yo la comparto con mi hermana.

Las literas en donde dormimos son plegables, eso hace que durante el día la habitación sea espaciosa.

En toda la habitación predomina el blanco como la nieve, que destaca mucho. Solo tiene una ventana por la que por las mañanas entra mucha luz.

A la derecha, se extienden las literas, grandes y largas. Justamente delante de las literas hay dos cuadros colgados en la pared, grandes con un marco cuadrado. Debajo de los cuadrados hay dos cajas naranjas llenas de juguetes de mi hermana pequeña. Al lado de los cuadros hay una estantería lleno de libros. Más abajo hay dos mesas para estudiar, donde siempre estudio y hago los deberes allí.

En el techo hay unas luces muy bonitas de color naranja.